Jesús nos dice: “Os envío… no llevéis nada para el camino, ni bastón, ni sandalias, ni túnica de recambio…id anunciando que el reino de los cielos está cerca”. Él sabe que nuestro corazón está hecho para conquistar grandes ideales y que el secreto para hacerlo está en la confianza plena y en la libertad profunda…

¡DICHOSOS NOSOTROS, SI EN EL FONDO DE NUESTRO CORAZÓN ESCUCHAMOS ESTA LLAMADA!

“ID TAMBIÉN VOSOTROS A TRABAJAR A MI VIÑA…”

“Señor, invítanos de nuevo a trabajar en tu viña. No importa la hora, no importa a qué precio, nuestra paga eres Tú y tu Reino”.

“VEN Y LO VERÁS”…

En un primer momento no se nos pide creer, se nos pide en cambio, buscar la verdad,porque “el que busca la VERDAD la encuentra”. Natanael acabó creyendo cuando se encontró cara a cara con el que es la Verdad, cuando se supo conocido personalmente por Jesús. Vamos también nosotros y veamos, hagamos experiencia personal de Jesús y de su Evangelio, sin quedarnos en la superficie, quizá acabemos confesando como Natanael: “MAESTRO, ¡TÚ ERES EL HIJO DE DIOS!”, TÚ ERES LA VERDAD QUE ME LIBERA, TÚ ERES EL SENTIDO DE MI VIDA.